Dureza en la Madrid-Segovia

Llevaba dos noches sin dormir y todavía me quedaba una más en vela. Mi idea fue ir a un ritmo constante y así llegar entre 12-14h. Al final... 17h. No está mal, porque además terminé con mucha fuerza y con muchas ganas de correr, quizá porque en muchos tramos no se podía hacer.

Era una carrera-marcha de 100km. dura, muy muy dura, pero muy bonita.

Me acosté sobre la 1'00h de la madrugada y me levanté a las 6'30h; mi hija Yasmina vendría conmigo a la salida para ayudarme a llevar todo el material. Ella luego se iría antes de dar la salida, ya que tenía que ir a trabajar. Ví a mucha gente conocida a la que saludé.

Fuí con Sayo y con Vilches, como había acordado, a un ritmo tranquilo, ya que hacía calor y era tooooodo subida (los toboganes del goloso), hasta Colmenar; allí me encontré de nuevo con Lidia, y nos fuimos las dos juntas, ya todo el recorrido. También nos acompañó Noemí, en algunos trozos. Llegamos a Cercedilla de día, y paramos casi 1h para comer tranquilas y cambiarnos. El último tramo es el más duro, sobreto desde Fuenfría hacia Segovia porque el desnivel es muy considerable, cuestas con mucho pedrisco suelto y la noche no te deja correr apenas asique... esta parte casi toda andando.

No tuve ningún problema con el material llevado. Había acertado en todo. Me dosifiqué muy bien. Esta vez no me hinché como suele pasarme.

Es una carrera muy dura pero sin duda volveremos a repetir.

17 horas no es que sea un tiempazo, pero estoy contenta ya que no había entrenado lo suficientemente bien como para hacer lo que pretendía.

Pude dormir en el polideportivo en Segovia un poco. Jose y mi hermano vendrían a recogerme al cerrar su control asique eso me daba margen para descansar un poco.

Ahora toca descansar un poco y creo que prepararé la Media de Palencia.