52 minutos ha durado mi rodaje del sábado; un rodaje que ha transcurrido subiendo al monte, y donde el calorcillo casi puede conmigo, y para colmo, se me olvidaron las gafas de sol con lo que me costó un pelín más; pero resumiendo: estoy contenta porque he podido rodar sin problemas casi una hora.
Teniendo en cuenta que llevo entrenando 6-7 días después de la Madrid-Segovia y en días alternos, yo creo que no está mal. Poco a poco iré cogiendo otra vez kilometraje y velocidad, y yo espero que a partir de enero ya pueda plantearme objetivos más concretos (Getafe, Fuencarral, Mapoma...) con miras a la preparación del Mundial de las 24h en Burg (Suiza) en el mes de junio. Tengo de momento tiempo para ir adaptando un plan de entrenamiento. El único problema es, como siempre, la falta de tiempo que tengo para entrenar en condiciones; pero... si no lo intento, nunca sabré si puedo. Y yo no me acobardo tan fácilmente.
La verdad es que, tanto a mi marido como a mí, nos gusta bastante ese recorrido porque es llano para ir él con la bici sin esfuerzo (bueno algún tobogán hay cuando se va camino de el monte del Chivo y hacia magaz).