Después de llevar, como casi todo el mundo, un tiempo medio parada, llevo como algo más de un mes volviendo a rodar por asfalto. La verdad es que, desde que soy Juez de atletismo, tampoco he podido salir mucho los fines de semana, y si sumamos que mi marido por un lado, ya no puede venir como antes ni estar el tiempo que estábamos antes... pues para qué queremos más.
Pero yo no pierdo la esperanza jeje, y este domingo nos hemos ido los dos a rodar un poco: él con la bici y yo corriendo; nos hemos acercado hasta el embarcadero de Carracalzada, en Melgar de Fernamental (Burgos); un lugar donde además de poder montar en el barco San Carlos de Abánades, puedes disfrutar de un pequeño Hotel y Restaurante situados en la misma sirga del Canal de Castilla y desde allí, te puedes desplazar andando poco más de 1km hasta el acueducto de Abánades, donde transcurre el Canal por encima del río; algo realmente digno de ver.
Un día, sin prisas, como hacía tiempo que no hacíamos. Genial volver a sentir sensaciones de libertad, de querer correr (aunque tengo que bajar peso aún), de oír sonidos que se hechaban de menos (aves, la rueda de la bici detrás de mí, las hojas de los árboles...), el calor sofocante, etc. La verdad es que es un lugar por donde puedes correr con mucha sombra y el calor se nota algo menos, y además, aún no está muy transitado, por lo que casi no hay nadie y es muy tranquilo (excepto el embarcadero que hay gente en la terraza del restaurante).
Por otro lado, mi vuelta a los entrenos están en fijados en rodajes cada vez más largos (aún son un poco cortos), ejercicios de fuerza y series de velocidad, cuestas y resistencia. Tengo en mente prepararme ara hacer las nuevas 24h de Santander en septiembre así que con calma y sin prisa.
Para empezar, el próximo día 12 de junio iré a Santander, aunque sólo haré 50km en principio, para meter un rodaje largo y disfrutar de un día tranquilo, y ver a un montón de amigos ultras.
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